Último día de Sagunto (Francisco Domingo y Marqués). |
Sagunto 219 a.C.- La ciudad aliada de Roma ha caído en manos de Aníbal. Sagunto, que cae de nuestro lado del Íber ya forma parte también de la poderosa Cartago. Es el primer paso de la gloria que promete Aníbal a nuestro pueblo. Sagunto es una acrópolis situada sobre una roca alta e inaccesible que constituye un punto importante para la vigilancia e intervención en la costa levantina.
Los saguntinos fueron los que atacaron primero a los turboletas, pueblo aliado de Cartago, y Aníbal no lo pensó dos veces antes de aniquilar a la ciudad griega protegida de Roma. Cierto es que llegaron embajadores latinos para recordar el Tratado del Ebro a Aníbal, quien recordándolo afirmó en toda su razón que esta ciudad está al sur del río peninsular y que si hubiese algún problema acudieran a Cartago. Así lo hicieron los romanos quienes se dirigieron a la ciudad donde resolvieron no iniciar una guerra puesto que nuestros dirigente allí no están interesados y los latinos andan bastante ocupados con la piratería del Adriático ahora que están en proceso de anexión de Iliria.
Pero el asedio a Sagunto siguió con todas las fuerzas de las que Aníbal disponía. Y es que el ejército de Aníbal cuenta con una firme infantería ibera, jinetes númidas y hasta honderos baleares capaces de arrojar piedras o bolas de plomo con más precisión que cualquier arquero. Además también cuenta con algunos elefantes norteafricanos (de tamaño similar al del caballo, más pequeños que los de África central). Un contingente en definitiva que pudo asediar la ciudad en un suspiro pero que decidió asediarla durante ocho meses hasta que al final se produjo un brutal asedio de la ciudad que confiamos en que llegue a oídos de Roma para enardecimiento de su cólera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario