Elefantes contra Roma

El ejército cartaginés de Aníbal luchando contra los Romanos en Italia.
Cartago Nova 218 a.C.- Tras la caída de Sagunto, Roma ha declarado la guerra a Cartago una vez más, lo que ambos bandos parecían ansiar. Aníbal no ha tardado en partir desde Cartago Nova con 90.000 soldados de infantería, 12.000 de caballería y varios elefantes, mientras dejaba a su hermano Asdrúbal en Iberia al mando de 15.000 hombres. Aníbal ha permitido desertar a los más temerosos para que su miedo no se contagiara al resto. En estas condiciones partía hacia el norte mientras el invierno se abalanzaba contra nuestros soldados mientras cruzaban la cordillera pirenaica y luchaban contra los galos y las tribus cercanas a Massalia. 

Mientras, Roma ha enviado tropas a Iberia bajo el mando de Publio Cornelio Escipión, que al desembarcar en Emporion se enteró de los planes de Aníbal volvió a embarcar para volver a Italia mientras enviaba aquí a su hermano Cneo. Aníbal ha tardado quince días en cruzar los Alpes tras enterrar en ellos a la mitad de sus hombres entre el frío, la nieve, y la dificultad del terreno. Cuando llegaron a Italia los 26.000 hombres restantes carecían de bases, líneas de comunicación o reservas, la misión parecía un suicidio. Escipión esperaba al otro lado del río Tesino, donde se produjo un enfrentamiento entre las caballerías en el que los romanos resultaron derrotados. El mismo Escipión acabó herido y hubiera muerto de no ser por su hijo. El jefe de las tropas romanas logró retirar su ejército al lado sur del río Po, donde esperó la llegada de otro cónsul, Tiberio Sempronio Longo, que traía su propio ejército. 

Asentados los dos bandos en las orillas del río se sucedió el invierno mientras se recuperaban, y comprendiendo que Aníbal era peligrosose sabe que Escipión ha querido retirarse, pero Tiberio no estaba dispuesto. Aníbal envió un destacamento de caballería al que los romanos atacaron, y tras una breve resistencia, nuestros recios hombres cartagineses huyeron. Los romanos los siguieron de cerca y su infantería se lanzó a través del río, que estaba helado. Los romanos llegaron ateridos de frío al otro lado donde les esperaba un ejército seco y en plenas condiciones para luchar. Las legiones romanas lucharon con profesionalidad y lograron abrirse paso entre las líneas de Aníbal, pero no pudieron resistir la carga de la caballería y de los elefantes. 

Como colofón, Aníbal había ocultado 2.000 hombres al mando de su hermano menor, Magón, que atacaron a los romanos por la retaguardia en el momento oportuno. Finalmente parte del ejército romano pudo salvarse pero a costa de grandes pérdidas. Roma conserva dos guarniciones en la Galia Cisalpina, pero ha tenido que abandonar el resto, ya que los galos, recientemente sometidos, se han unido con júbilo a las filas cartaginesas, con lo que Aníbal ha compensado las pérdidas sufridas al cruzar los Alpes. 

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