Roma no sabe navegar

Gadir 249 a.C.- Una vez más la flota latina se ve sobrepasada por las fuerzas y conocimientos náuticos cartagineses. Roma ha vuelta a fracasar en su empeño por ganar esta guerra. La humillación de las huestes itálicas ha sido esta vez el intento de asedio al último reducto que queda en Sicilia, la parte de Lilibeo. Al mando de la flota estaba Publio Claudio Pulcro, apodado "el hermoso", hijo menor de Claudio el ciego y hermano de Apio Claudio Caudex. 

En lugar de mantener el asedio a Lilibeo que llevan practicando estos años, decidieron atacar nuestra flota que estaba en Drepanum, un poco más al norte. Finalmente, y cuando Claudio confiaba en un ataque por sorpresa, nuestras tropas les vieron acercarse y la flota ha sido destruida. Se dice que las aves del sacerdote que llevaban a bordo no querían comer y que Claudio las arrojó por la borda diciendo que "Si no quieren comer que beban", en un alarde de falta de fe. Un acto que sin duda llenó de temor a sus hombres. Por este hecho ha sido juzgado por traición imponiéndole una pesada multa.

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