Gadir 239 a.C.- Amílcar Barca ha estado reclutando varios mercenarios de entre los pueblos de alrededor de Cartago, sobre todo después de las revueltas producidas por los anteriores mercenarios a los que Cartago no pudo pagar por los altos costes que supuso la guerra contra Roma y los pagos que esta exigió cuando aceptó la paz. Pero esas fuerzas no son suficientes para el ejército que necesita Cartago, y el siguiente paso iba a ser Cerdeña, lo que ya sabían sus habitantes. Ha sido así, como las tribus isleñas han pedido protección a Roma, la cual ha aceptado sin dilación a socorrerles, de una forma parecida a como ocurrió en Sicilia años atrás, desencadenando la Guerra Púnica.
Con las tropas romanas en suelo cartaginés de Cerdeña Cartago ha protestado con todo derecho, puesto que es un acto que vulnera de forma flagrante el tratado de paz firmado hace tan solo dos años. Aún así, Roma ha vuelto a declarar la guerra a Cartago, a condición para anularla de entregar a los latinos, no sólo Cerdeña, sino también Córcega. Los cartagineses, indignados, pero a la vez impotentes, no hemos tenido más remedio que aceptar este abuso y Roma se ha apoderado de nuestras mayores islas en el Mediterráneo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario