Grecia es invadida

Gadir, 350 a.C.- Tras unas décadas de esplendor, Grecia se enfrenta a la invasión. La decadencia de Esparta y el hastío de Atenas han provocado que las grandes islas hayan proclamado su separación influidas por Persia, y polis como Tebas son la única esperanza de una Grecia unida. Con esta situación, desde el norte, la que antaño fue una polis igual que ellas, ha invadido Olinto. El nuevo estado se llama Macedonia y, gobernado por Filipo II, lleva a cabo políticas ofensivas por todos sus frentes cuando antaño era un país acosado. 

Así, el norte de Grecia ha quedado en manos de Macedonia cuyo ejército es temido en todo el mundo conocido, sobre todo por su nueva disposición militar perfeccionada de la falange que ya inventaron los griegos, la falange macedónica. Una colocación de la milicia que les posibilita el apoyo de la lanza en el hombro del soldado siguiente pero con la capacidad de moverla cuando sea necesario en cualquier dirección. 

Mientras, Roma crece próspera y se ha aliado con sus poblaciones vecinas del Lacio creando la llamada Liga Latina. Así se ha granjeado el reconocimiento de su soberanía por parte de Etruria. Aunque siguen llamando la atención sus extrañas políticas puesto que su sociedad, dividida entre patricios y plebeyos, siendo ricos los primeros y pobres los otros, ha decidido otorgar equidad de derechos a todos sus ciudadanos mediante las Leyes Licinio-Sextianas. De esta forma han adquirido la costumbre de firmar leyes y decretos con las siglas SPQR (Senatus PopulusQue Romanus) que significa el senado y el pueblo romano, como signo de actuación conjunta entre pueblo y senado. 


Un siglo después

Ilustración sobre la famosa batalla de las Termópilas.
Gadir, 380 a.C.- Cartago sigue combatiendo a Grecia esporádicamente en la isla de Sicilia por ciudades que se alternan entre las dos potencias. Y es que, tras vencer una vez más a los persas, Grecia se ha convertido en una de las grandes potencias del Mediterráneo. Un siglo atrás quedan las batallas de las Termópilas y de Salamina, que les concedieron la victoria sobre Persia. Pero fue la llamada Tercera Guerra Médica la que ha concedido a Atenas el esplendor del que ha gozado hasta su enemistad total y absoluta con Esparta, lo que les condujo a una guerra entre las dos polis. Las Guerras del Peloponeso finalizaron con la victoria de Esparta sobre los atenienses pero su consecuencia ha sido el empobrecimiento de ambos bandos. Pero Atenas se ha logrado recuperar de tal desastre y Esparta sucumbió hace diez años a otra poderosa polis: Tebas. Incluso parece que ahora un territorio al norte de Grecia es el que está adquiriendo mayor protagonismo: Macedonia. De tal forma que las ciudades griegas de Sagunto y Ampurias siguen siendo prósperas y conviviendo en paz con los cartagineses que habitamos en el sur de la península. En cuanto a los pueblos iberos, tenemos una estrecha unión y muy buenas relaciones con ellos.